El bogotano

Correcto en el vestido;  por su semblante
nunca pasa una sombra de duelo insano:
así va por las calles el bogotano,
siempre fino y alegre, siempre elegante.

Entre amigos y damas luce el chispeante
ingenio, que derrocha cortés y llano;
y como es un modelo de cortesano,
amáis… a la ligera: por ser galante.

Al hundirse en el lecho tras el quebranto
de una noche de danzas y de emociones,
se apodera de su alma cruel desencanto,

y mira, entristecido, por los rincones
del oscuro cerebro, vagar, en tanto,
deshonadas y mustias sus ilusiones.

Julio Flórez

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