Varillazo

La pena desigual de mi bolsillo
que no porta ni un céntimo, me fija
la obsesión de llegar a ser un pillo
si no quieres hacerte a la sortija

que ahí te voy a mandar: es un anillo
que finge una pequeña lagartija
con dos ojos... Verás que por el brillo
de sus ojos no es una baratija.

Porque tú, gran pintor, músico, aeda
y un famoso industrial, que no se hospeda
sino en la magnitud de sus ingresos,

bien me puedes mandar –pero no a trueque
de la sortija– un apreciable cheque
por una suma de unos cuantos $...

Luís Carlos López

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