Soneto con una salvedad

Todo está bien: el verde en la pradera
el aire con su silbo de diamante
y en el aire la rama dibujante
por la luz arriba la palmera.

Todo está bien: la frente que me espera,
el agua con su cielo caminante,
el rojo húmedo en la boca amante
y el viento de la patria en la bandera.

Bien que sea entre sueños el infante,
que sea enero azul y que yo cante.
Bien la rosa en su claro palafrén.

Bien está que se viva y que se muera.
El sol, la luna, la creación entera
salvo mi corazón, todo está bien.

Eduardo Carranza

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